
Canido, 14 de marzo de 2025. La seguridad vial y peatonal es un derecho fundamental para todos los ciudadanos, pero en la calle Atocha de Canido, esta premisa se ve comprometida por el mal estado del pavimento y la presencia de obstáculos peligrosos. Ayer, un vecino de avanzada edad sufrió una aparatosa caída debido a un resalte de hierro que sobresale en el suelo, un desperfecto que ya ha causado varios incidentes entre los transeúntes.
El accidente ocurrió en horas de la tarde, cuando el anciano, de aproximadamente 80 años, caminaba por la mencionada vía. Según testigos presenciales, el hombre no vio la protuberancia y tropezó, cayendo de manera brusca contra el pavimento. Personas que transitaban por el lugar acudieron rápidamente en su auxilio y alertaron a los servicios de emergencia. Minutos después, una ambulancia del 061 llegó al sitio para prestarle asistencia médica y trasladarlo a un centro hospitalario para evaluar la gravedad de sus heridas.
Consecuencias físicas y emocionales
Aunque el estado de salud del hombre aún no ha sido confirmado oficialmente, testigos aseguran que presentaba un fuerte golpe en la cabeza y diversas contusiones en brazos y piernas. Este tipo de accidentes pueden tener consecuencias graves, especialmente en personas mayores, cuyo estado físico los hace más vulnerables a fracturas y complicaciones derivadas de caídas.
Más allá de los daños físicos, el impacto emocional de un incidente de esta naturaleza puede ser significativo. La caída puede generar en la víctima un temor a salir a la calle, afectando su autonomía y calidad de vida. En muchos casos, las personas mayores que sufren caídas ven reducida su movilidad y experimentan una pérdida de confianza al caminar, lo que puede derivar en una mayor dependencia de familiares o cuidadores.
Un problema recurrente
Vecinos de la zona denuncian que el resalte de hierro en cuestión no es un problema reciente. Afirman que han presentado múltiples quejas ante el Ayuntamiento, solicitando la reparación de este y otros desperfectos en la calle Atocha, pero hasta el momento no han recibido respuesta. “No es la primera vez que alguien tropieza aquí. Muchas personas han caído, especialmente de noche, porque no hay suficiente iluminación y es difícil ver el obstáculo”, señala una mujer residente del barrio.
El mal estado de las aceras y calzadas no solo pone en riesgo a los peatones, sino que también afecta la movilidad de personas con discapacidad, niños y ciclistas. Además, el deterioro urbano proyecta una imagen de abandono, lo que desanima tanto a vecinos como a visitantes.
Exigencias ciudadanas y llamado a las autoridades
Ante este nuevo incidente, los residentes exigen a las autoridades municipales una intervención urgente para eliminar el peligro. Proponen diversas soluciones, como la nivelación del pavimento, la retirada del hierro sobresaliente o, en su defecto, una mejor señalización para alertar a los peatones del riesgo existente. También piden una revisión exhaustiva del estado general de la calle Atocha y otras vías cercanas para evitar futuros accidentes.
“No podemos esperar a que ocurra una desgracia mayor para que se tomen medidas. Hay que actuar ya”, expresa con indignación otro vecino afectado por el problema.
El Ayuntamiento de Ferrol, del cual depende la parroquia de Canido, aún no ha emitido declaraciones oficiales sobre este incidente ni sobre posibles acciones correctivas en la zona. Sin embargo, los ciudadanos esperan que la presión mediática y social acelere una solución efectiva.
Seguridad y prevención: una responsabilidad compartida
Este lamentable suceso reabre el debate sobre la necesidad de una mayor inversión en infraestructura urbana y mantenimiento de las calles. Es fundamental que los gobiernos locales prioricen la seguridad de los peatones, garantizando que las aceras sean accesibles y libres de obstáculos peligrosos. Al mismo tiempo, la colaboración ciudadana es clave: denunciar desperfectos, exigir mejoras y participar activamente en la toma de decisiones urbanas puede marcar la diferencia.
Mientras tanto, los vecinos de Canido continúan en estado de alerta y esperan que, tras este accidente, las autoridades actúen con celeridad para evitar que otra persona sufra las consecuencias de una caída evitable.