Francisco Prieto: Un Liderazgo Valiente en Tiempos de Polarización

Francisco Prieto: Un Liderazgo Valiente en Tiempos de Polarización

En un contexto mundial donde la migración se ha convertido en un arma arrojadiza en la batalla política, el obispo Francisco Prieto ha alzado la voz con firmeza y claridad. «Es inaceptable utilizar a los migrantes o refugiados como arma política», ha sido contundente hoy en Religión Digital, denunciando una realidad que lamentablemente se ha vuelto común en diversas naciones, especialmente en Europa. Sus palabras resuenan en un momento donde las posturas extremas y la instrumentalización del sufrimiento humano parecen marcar la pauta del debate público.

El obispo Prieto se inscribe en la línea de un cristianismo que no teme al compromiso social ni a la defensa de los vulnerables. «Hacen falta voces, liderazgos, como el del papa Francisco que, en su frágil salud, nos invita a encontrar esperanza en la solidaridad, que es también el antídoto más eficaz contra los modernos populismos», afirmó en su intervención. En un tiempo en el que los extremismos avanzan y el rechazo al diferente se refuerza desde discursos políticos de odio, su postura cobra una relevancia especial.

Un Patrimonio Espiritual en Peligro

Europa enfrenta un dilema fundamental: conservar sus valores de acogida y diálogo o ceder a los embates del rechazo y la exclusión. Prieto lo expresa con contundencia: «Europa tiene un patrimonio moral y espiritual único en el mundo, que merece ser propuesto una vez más con pasión y renovada vitalidad, y que es el mejor antídoto contra la falta de valores de nuestro tiempo, terreno fértil para toda forma de extremismo». No es una defensa ingenua de la tradición cristiana, sino una llamada a recuperar lo mejor de ella: el espíritu de acogida y fraternidad que marcó los cimientos de la democracia cristiana tras la Segunda Guerra Mundial.

Sin embargo, su postura choca con ciertos sectores eclesiásticos y políticos que han optado por apoyar formaciones ultraconservadoras. Recientemente, algunos obispos en España han sugerido implícitamente el voto a VOX, un partido que se ha caracterizado por su discurso contra la inmigración y su rechazo a la diversidad religiosa. Esto plantea una contradicción fundamental: mientras la ultraderecha reclama la defensa de las raíces cristianas de Europa frente a una supuesta «invasión» musulmana, al mismo tiempo busca debilitar las bases de la Europa nacida de la democracia cristiana, aquella que apostaba por la inclusión y el diálogo.

Contra la Exclusión y la Polarización

El obispo Prieto no teme llamar a las cosas por su nombre. «Estamos viviendo en los agobiantes espacios de la exclusión y la polarización, y como creyentes y como Iglesia, no podemos temer al diverso y al distinto, sino únicamente a los prejuicios que arman al laicismo excluyente o al creyente maniqueo, ambos fundamentalistas», afirmó. En esta reflexión se trasluce una visión equilibrada y profética: el fundamentalismo no es patrimonio exclusivo de una ideología o religión, sino una tentación latente en todos aquellos que renuncian al diálogo y la comprensión mutua.

El Camino de Santiago, menciona, vuelve a cobrar sentido como «camino de renovación religiosa, de conversión, de fe en Jesucristo, de redescubrimiento de la propia identidad cristiana, de comunión eclesial y, por tanto, de reconciliación, de unidad y de paz entre todos los hombres». Una visión profundamente inclusiva de la fe, alejada del sectarismo y del temor al otro, que pone el acento en la comunión y no en la división.

El Ataque de Infovaticana: Cuando el Ecumenismo Molesta

Sin embargo, su compromiso con el diálogo interreligioso y la construcción de puentes también le ha valido críticas. Recientemente, el portal Infovaticana le atacó duramente por haber facilitado un local a la Iglesia Reformada . Este gesto, en línea con el espíritu del Concilio Vaticano II y el pontificado de Francisco, fue interpretado por ciertos sectores ultraconservadores como una traición a la fe católica. Nada más lejos de la realidad: el ecumenismo no es concesión ni rendición, sino la expresión de un cristianismo que busca la unidad en la diversidad.

Prieto lo resume con una frase demoledora: «Hay pocas cosas más atrevidas que la ignorancia, y la libertad de expresión no es en modo alguno libertad para insultar o herir. Y esto vale para las dos orillas… sobre todo aquellas empeñadas en no buscar puentes». Sus palabras se erigen en un grito de resistencia frente a quienes, desde cualquier extremo, buscan reducir el cristianismo a una trinchera ideológica.

En un momento en que Europa se debate entre la apertura y el repliegue, entre la fraternidad y el miedo, voces como la de Francisco Prieto resultan imprescindibles. Su valentía para enfrentar la instrumentalización de la fe, su denuncia del uso político del sufrimiento humano y su apuesta por un cristianismo abierto y dialogante lo convierten en un referente para nuestro tiempo. Frente a la crispación y el sectarismo, su mensaje resuena con una claridad inquebrantable: la fe verdadera nunca es arma de exclusión, sino puente de encuentro.

José Carlos Enríquez Díaz

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