Foro Cidadán polo Ferrocarril denuncia el abandono del tren: ¡Vergüenza ferroviaria! El viaje infernal de Oviedo a Ferrol en un tren del siglo pasado

Foro Cidadán polo Ferrocarril denuncia el abandono del tren: ¡Vergüenza ferroviaria! El viaje infernal de Oviedo a Ferrol en un tren del siglo pasado

Varias asociaciones y entidades de Ferrol han creado el Foro Cidadán polo Ferrocarril para denunciar el abandono del ferrocarril en la ciudad naval y sus comarcas. Aseguran que las conexiones con la ciudad de A Coruña o Ribadeo (Lugo), a través de Media Distancia de Ancho Métrico, antigua FEVE, son muy defectuosas y no resuelven los problemas estructurales del servicio ferroviario. No se resignan «a esta marginación» y piden «infraestructuras ferroviarias modernas». Ateneo Ferrolán, Club de Prensa, AVV de Canido, Fundación Artabria, Rede Decrecemento, Muíño do Vento, Fuco Buxán, Adega y Verdegaia son algunas de las entidades que apoyan la fundación de este foro.

Durante la presentación de esta iniciativa, que se ha desarrollado en el mediodía de este viernes en el Ateneo Ferrolán, los integrantes de este foro han demandado la modernización de las líneas Ferrol-A Coruña y Ferrol-Ribadeo, «que llevan décadas sin inversiones y presentan vías obsoletas, baja frecuencia, tiempos de viaje excesivos y falta de electrificación».

Para visibilizar la situación, han organizado tres conferencias durante el mes de abril con expertos en infraestructuras y movilidad. La primera de ellas será el 1 de abril, a las 19:30 horas, en el Ateneo Ferrolán, con el secretario general del Eixo Atlántico, Xoán Vázquez Mao, como ponente. El 11 de abril, a la misma hora que la anterior, pero en el Centro Cívico de Canido, las encargadas de dar su versión de la situación serán la historiadora Esperanza Piñeiro de San Miguel y la periodista Xulia Díaz, ambas ya jubiladas. Finalmente, el 24 de abril, también a las 19:30 horas, Miguel Pazos Otón, profesor de la Universidade de Santiago (USC), disertará sobre esta problemática en el antiguo hospicio de Ferrol.

En un país donde los políticos se llenan la boca hablando de modernización, conectividad y desarrollo sostenible, existe una ruta ferroviaria que es un insulto a la inteligencia y a la paciencia de los viajeros: el trayecto entre Oviedo y Ferrol. Un recorrido de menos de 300 kilómetros que, por obra y gracia de la negligencia gubernamental, puede llegar a tardar más de ocho horas. ¡Ocho! Exactamente el mismo tiempo que se tardaba en cruzar el Atlántico en dirigible hace un siglo.

La situación de esta línea ferroviaria es tan dantesca que, si alguien quiere hacer turismo ferroviario para experimentar cómo era viajar en la posguerra, no necesita visitar un museo: solo tiene que subirse a este tren. Vagones que parecen sacados de una película de terror de los años 70, asientos que desafían cualquier concepto de ergonomía, baños que harían palidecer de asco a un veterano explorador del Amazonas, y una velocidad media que haría sonrojar al mismísimo caracol de la fábula.

Pero no es solo una cuestión de cómo viajan los pasajeros. La existencia misma de este tren es un reflejo del desprecio institucional hacia el desarrollo del transporte público en determinadas regiones. Mientras en otros puntos de España se construyen líneas de alta velocidad que apenas se usan, aquí seguimos con un tren que recuerda a la época en la que las locomotoras a vapor eran la última tecnología del momento. Eso sí, para encarecer billetes y recortar frecuencias, siempre hay energía y determinación.

Las organizaciones que luchan por un tren digno entre Asturias y Galicia están demostrando un nivel de compromiso y perseverancia digno de admiración. Mientras los gobernantes miran hacia otro lado, estos colectivos están en primera línea denunciando el despropósito ferroviario. Gracias a ellos, se mantiene viva la exigencia de un servicio decente para los ciudadanos de esta región, que merecen algo más que un sistema de transporte digno de un país subdesarrollado.

Es indignante que en pleno siglo XXI, en la supuesta Europa desarrollada, haya gente que tenga que soportar semejante odisea ferroviaria. Un tren que tarda lo mismo que un vuelo transatlántico y que ofrece la misma comodidad que una silla de piedra en un calabozo medieval. El silencio de las administraciones es ensordecedor, y la falta de inversión en esta infraestructura no es una casualidad: es una declaración de intenciones. Nos dicen, sin palabras, que esta región no importa, que sus ciudadanos pueden seguir esperando, que la precariedad es su destino ferroviario.

Mientras tanto, seguiremos esperando una modernización que nunca llega. Y mientras sigan en pie estas iniciativas ciudadanas, no les pondremos las cosas fáciles a quienes pretenden condenarnos a una movilidad tercermundista. Porque merecemos algo mejor que un tren del olvido.

Por todo ello, la asistencia a las conferencias organizadas por el Foro Cidadán polo Ferrocarril es más que necesaria: es un acto de dignidad y resistencia. Es el momento de alzar la voz, de exigir un transporte ferroviario digno y de dejar claro que no vamos a seguir consintiendo este abandono. Acudir a estos encuentros no solo es una muestra de apoyo, sino una declaración de que Ferrol y su comarca no van a aceptar seguir en el olvido. ¡Nos vemos allí!

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