Iván Fernández: un alcalde ejemplar, un socialista de verdad

Iván Fernández: un alcalde ejemplar, un socialista de verdad

Hablar de Iván Fernández, alcalde de Corvera, es hablar de la esencia misma de lo que significa el servicio público. En tiempos donde la política suele alejarse de la gente, donde la frialdad de los despachos y la distancia institucional parecen ser la norma, encontrarse con un alcalde cercano, humano y entregado a su pueblo es un motivo de orgullo para todos los corveranos.

No se trata de discursos vacíos ni de promesas grandilocuentes. Lo que distingue a Iván es algo mucho más sencillo y a la vez más valioso: su capacidad de escuchar, de estar presente y de implicarse personalmente en los problemas de sus vecinos. No son pocos los testimonios de personas a las que ha llamado directamente para interesarse por su situación, mostrando que, gobierne lo que gobierne, antes que nada es un vecino más, alguien que comparte la vida diaria con su gente y que siente la responsabilidad de no dejar a nadie atrás.

Ese gesto tan humano, que muchos considerarían pequeño, es en realidad enorme. Porque muy pocos alcaldes tienen la gentileza de levantar el teléfono y llamar personalmente a un vecino, para interesarse, para tranquilizar, para intentar buscar una solución. Quizás el problema se resuelva, quizás no, pero lo verdaderamente importante es que existe un alcalde que se preocupa, que demuestra con hechos que su compromiso va más allá de la política: es un compromiso de corazón.

Y lo más admirable es que no lo hace una vez, como un gesto aislado que busca un titular. Lo ha hecho en repetidas ocasiones, mostrando que su manera de gobernar es justamente esa: la cercanía, la empatía y la implicación personal.

El reconocimiento al pueblo de Corvera

Hace poco, Corvera vivió un acto muy especial: la gala Corvera Ejemplar, un evento que no solo forma parte de las fiestas, sino que se ha convertido en un momento de reflexión y orgullo colectivo. Allí, el alcalde Iván Fernández pronunció unas palabras que definen su manera de entender el servicio público:
«Este acto no solo forma parte de las fiestas, es un momento en que la población del concejo se mira a sí misma y a vosotros con orgullo».

Durante esa gala se rindió homenaje a cuatro corveranos cuya labor refleja el esfuerzo, la entrega y la calidad humana que hacen grande a un pueblo: el profesor de tenis Adolfo Flores, la escritora Paula Expósito, el activista Ángel Jiménez y la presidenta de la Asociación de Vecinos de Molleda, Beatriz Fraga. Reconocer públicamente la labor de sus ciudadanos ejemplares es otro gesto que muestra que Iván entiende que un pueblo no lo hace solo su alcalde, sino la suma de todos sus vecinos, cada uno aportando su talento, su compromiso y su trabajo.

Ese reconocimiento no es un simple acto protocolario. Es un mensaje profundo: Corvera se reconoce en sus gentes, en su esfuerzo y en su capacidad de superación. Y ahí, Iván vuelve a mostrar su grandeza: un alcalde que sabe que gobernar no es brillar en solitario, sino hacer brillar a su gente.

Un pueblo cuidado y con futuro

Quien visita Corvera no tarda en percibir que hay una gestión seria y responsable detrás. Las calles están cuidadas, los aparcamientos ordenados y la señalización es clara y eficiente. Todo está pensado para la comodidad de vecinos y visitantes. Estos detalles, que muchas veces pasan desapercibidos, son el reflejo de un equipo de gobierno que trabaja con planificación, constancia y visión de futuro.

Me he quedado realmente impresionado tras mi paso por Corvera. Un concejo ordenado, limpio y bien organizado es siempre la mejor carta de presentación de una administración seria y comprometida. Eso no ocurre por casualidad: ocurre porque hay un alcalde y un equipo que velan por cada detalle, convencidos de que el bienestar del vecino empieza por las cosas más cotidianas.

La foto y su significado

En la fotografía que acompaña estas líneas aparezco junto al alcalde Iván Fernández. me siento honrado de estar al lado de una persona que trabaja de verdad, de un político que se entrega a su pueblo y que representa lo mejor de la política.

La imagen no es un trofeo, sino un testimonio. Un testimonio de que existen políticos que no buscan privilegios ni escenarios, sino que se mezclan con la gente de manera campechana, natural y sencilla. Esa cercanía es, sin duda, el reflejo del verdadero socialismo.

El verdadero socialismo: servir, no servirse

El socialismo verdadero no se mide en discursos teóricos, sino en la práctica diaria de quien sabe que la política es servir, y nunca servirse de ella. Iván Fernández encarna esas virtudes. Es un socialista trabajador, honesto y entregado, que no busca distancias ni privilegios, sino compartir, escuchar y caminar entre sus vecinos como uno más.

Cuando un alcalde se confunde con el pueblo, cuando su mayor orgullo no está en el cargo que ocupa sino en el bien que logra para su comunidad, entonces estamos ante un ejemplo auténtico de lo que significa ser socialista. Y eso es Iván Fernández.

Orgullo de un pueblo, orgullo de un alcalde

Corbera puede sentirse afortunada. Tener un alcalde así no es común. En muchos lugares, la política se convierte en un espectáculo lejano, pero en Corbera sigue viva la esencia de la cercanía. Por eso, para quienes hemos tenido la oportunidad de compartir un momento con Iván, el sentimiento es de orgullo. Orgullo por estar al lado de alguien que trabaja por su pueblo sin esperar aplausos, que entiende que la política es una vocación de servicio, y que da ejemplo con cada gesto, grande o pequeño.

En definitiva, Iván Fernández no es solo el alcalde de Corvera. Es un vecino ejemplar, un socialista auténtico y un servidor público con mayúsculas. Su manera de gobernar, de estar presente en la vida de su pueblo, de reconocer a sus ciudadanos y de mantener siempre esa cercanía campechana, nos recuerda a todos que la verdadera política no consiste en servirse de los demás, sino en dar lo mejor de uno mismo para mejorar la vida de su gente.

Por eso, cuando se habla de un alcalde ejemplar, cuando se busca un referente de lo que significa el socialismo auténtico, de lo que significa la entrega, el esfuerzo y la humildad en el servicio público, el nombre de Iván Fernández brilla con fuerza.

Y así debe ser recordado: como un alcalde que no solo gobierna, sino que vive y siente junto a su pueblo, un socialista de verdad que honra cada día la confianza que sus vecinos depositaron en él.

José Carlos Enríquez Díaz

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