Muelle 43: Un Rincón de Sabor y Hospitalidad en Mugardos

Muelle 43: Un Rincón de Sabor y Hospitalidad en Mugardos

En ocasiones, uno tiene la fortuna de vivir experiencias que no sólo deleitan el paladar, sino que también acarician el alma. Eso fue exactamente lo que sentí al visitar la pulpería Muelle 43, ubicada en Avenida del Mar 43, Mugardos, un encantador pueblo marinero en la costa de Galicia. El restaurante, de teléfono 981 47 20 09, es mucho más que un lugar donde comer: es un auténtico homenaje a la gastronomía gallega, a la tradición y, sobre todo, a la excelencia en el trato humano.

El viaje comenzó en lancha, surcando las tranquilas aguas de la ría de Ferrol. Los paisajes eran de postal, con casas blancas asomadas al mar y el murmullo de las olas acompañando cada momento. El trayecto ya anunciaba que estábamos por vivir algo especial.

Y así fue. Al llegar a Muelle 43, el ambiente marinero se entrelaza con un aire familiar y acogedor. Desde el primer instante, la atención fue impecable. Los camareros se movían con una coordinación precisa, atentos a cada detalle, sonrientes, transmitiendo cercanía sin ser invasivos. No hay duda: en Muelle 43 la hospitalidad es tan importante como la cocina.

La experiencia culinaria comenzó con unas navajas, producto típico de las rías gallegas. Su preparación fue sencilla, como debe ser cuando se trabaja con materia prima de calidad. A la plancha, con un leve toque de ajo y perejil, las navajas eran pura frescura, pura mar. Su textura firme y su sabor salino fueron la antesala perfecta para el siguiente plato.

Luego llegó el pulpo a la mugardesa, una receta emblemática del lugar. A diferencia del más conocido “a feira”, el pulpo a la mugardesa se guisa lentamente con cebolla, pimiento rojo, pimentón y aceite de oliva, dando como resultado un plato sabroso, con una salsa intensa que invita a mojar pan. Esta preparación captura la esencia de Mugardos: marinera, cálida, auténtica.

Pero el punto culminante del almuerzo fue, sin duda, la carne asada. Preparada por la talentosa cocinera Nair, este plato fue mucho más que comida: fue memoria, sabor y cuidado servidos en un plato. Exquisita, jugosa, con un sabor profundo que habla de cocción paciente y de cariño en cada paso, esta carne tiene ese toque único que solo se consigue cuando se cocina con alma. Me comentaron que es una receta de la abuela de Nair, lo que añade aún más valor y emoción a cada bocado.

Y es que Nair no es simplemente una cocinera: es una verdadera alquimista de la tradición gallega, una artista que transforma ingredientes sencillos en experiencias inolvidables. Su cocina no solo alimenta, emociona. En cada plato que sale de sus manos hay conocimiento, hay respeto por los sabores de siempre, hay dedicación absoluta. Su trabajo es el corazón de Muelle 43, y merece ser reconocido con admiración y gratitud.

Todo el almuerzo fue acompañado por un vino gallego excelente, perfectamente elegido para realzar los sabores del mar y de la tierra. Fresco, aromático y equilibrado. Pero si hay algo que no puedo dejar de destacar es la calidad del servicio. Cada camarero parecía saber exactamente cuándo acercarse, cuándo sugerir, cuándo servir. El equipo de sala funciona como una orquesta afinada, con profesionalismo, rapidez y una amabilidad que deja huella.

En un mundo donde muchas veces los restaurantes se olvidan de la importancia del trato humano, Muelle 43 brilla con luz propia. Aquí no sólo se cocina bien, se cuida al cliente, se respira respeto, tradición y pasión. Desde la rapidez en el servicio hasta la cálida atención, todo habla de una filosofía de trabajo comprometida con la excelencia.

La combinación de productos frescos, recetas con historia, paisajes inolvidables, un equipo humano excepcional y una cocinera fuera de serie, hacen de esta visita una de esas que uno no sólo recomienda… sino que recuerda con cariño.

Y si hay algo que merece escribirse en mayúsculas es el nombre de NAIR, la responsable de que todo lo vivido haya sido tan especial. Su cocina es poesía hecha fuego, es Galicia en estado puro, es el sabor que se queda en la memoria. Gracias a ella, y a todo el equipo de Muelle 43, entendí que comer bien es un placer… pero ser recibido así, con tanto mimo y humanidad, es un privilegio.

Si alguna vez pasas por Mugardos, no lo dudes: llama al 981 47 20 09, reserva tu mesa, y prepárate para una experiencia auténtica, deliciosa e irrepetible. Y cuando salgas del restaurante, no olvides mirar al mar y sonreír. Porque en lugares como Muelle 43, uno se reconcilia con la vida.

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