Iván Fernández, el alcalde que transforma espacios y une comunidades: una nueva era para Molleda

Iván Fernández, el alcalde que transforma espacios y une comunidades: una nueva era para Molleda

En tiempos en los que la política municipal muchas veces pasa desapercibida, hay líderes que destacan por su compromiso con las personas y su empeño en hacer de cada rincón de su municipio un lugar mejor. En Corvera de Asturias, ese liderazgo tiene nombre y apellido: Iván Fernández. El alcalde ha vuelto a demostrar que su gestión no solo se mide en cifras, sino en el impacto directo que tienen sus decisiones en la vida de los vecinos. Y esta vez, lo hace con una inversión decisiva para Molleda: 190.000 euros destinados a renovar completamente su pista polideportiva y su local de servicios complementarios.

Una actuación que no es menor, ni mucho menos. Es una obra pensada, planificada y anunciada con mimo, para no interferir en las actividades comunitarias del verano, como las fiestas patronales, y para garantizar que el uso de este espacio se multiplique con las mejoras que se van a implementar. Un proyecto que no solo representa una apuesta por el deporte, sino por el encuentro, la inclusión y el bienestar colectivo.

Compromiso con la calidad: hacer las cosas bien

La visión del alcalde Iván Fernández ha sido clara desde el principio: “Nos comprometimos a cerrarla usando el mismo sistema que en la cancha de Villa porque creemos en hacer las cosas bien y con visión de futuro”. Esta frase, lejos de ser una mera declaración, resume perfectamente su filosofía de trabajo. No se trata de improvisar o de hacer parches, sino de transformar espacios con soluciones duraderas, modernas y pensadas para el disfrute de todos.

La pista de Molleda ya contaba con un sistema de toldos laterales, pero como reconoció el propio regidor, eran insuficientes para proteger del frío y la lluvia. Ahora, el nuevo cierre será de calidad superior, con una franja fija de emparrillado metálico en la parte superior y una cortina inferior adaptada al entorno. Este diseño no solo preserva la geometría del espacio actual, sino que le añade protección frente al viento y las inclemencias del valle, garantizando un uso confortable durante todo el año.

Inversión que responde a una demanda histórica

La actuación, largamente esperada por los vecinos, ha sido recibida con entusiasmo. Y no es para menos. El cierre de la pista supondrá una inversión de 134.310 euros, mientras que la renovación del edificio de servicios alcanzará los 55.560 euros. Pero más allá de las cifras, lo que importa es la voluntad política que hay detrás: una administración local que escucha, prioriza y actúa.

La planificación ha sido minuciosa. Las obras no comenzarán hasta la segunda quincena de septiembre, para respetar las actividades vecinales propias del verano, y el plazo de ejecución será de tres meses, lo que asegura que estarán listas antes de que finalice el año. Este respeto por el calendario social de la parroquia habla de una gestión cercana, sensible y eficaz.

Un edificio más accesible, más moderno, más útil

Además del cierre de la pista, el proyecto contempla la renovación integral del edificio anexo, que hasta ahora presentaba patologías estructurales graves: filtraciones, condensaciones, asentamientos de terreno y humedades. Todo eso será historia.

La zona de vestuarios será demolida y reconstruida para dotarla de accesibilidad universal y de unos servicios completamente nuevos, modernos y funcionales. De esta forma, el conjunto quedará integrado y responderá de forma adecuada a las necesidades actuales de la comunidad: no solo como espacio deportivo, sino como punto de encuentro social, cultural y recreativo.

Más que deporte: construir comunidad

Para Iván Fernández, estas obras no son simplemente mejoras físicas. Son una apuesta por la cohesión social, por la creación de espacios donde los vecinos se encuentren, convivan y se organicen. Lo dijo con claridad al presentar el proyecto: “La cancha supone un lugar de encuentro, de juego, de comunidad. Por eso nos esforzamos para dejar un equipamiento totalmente renovado”.

En una época en la que el individualismo parece ganar terreno, las políticas que promueven el contacto humano, el ocio saludable y la inclusión son más necesarias que nunca. La pista de Molleda, con sus nuevas infraestructuras, no será solo un lugar donde se practique deporte: será un espacio de convivencia, de pertenencia, de identidad local.

Una gestión que da resultados concretos

El mandato de Iván Fernández al frente del Ayuntamiento de Corvera está marcado por una constante: la transformación paulatina y sostenida de cada núcleo del concejo, sin dejar a nadie atrás. Desde Villa hasta Molleda, pasando por Las Vegas o Cancienes, la apuesta por mejorar instalaciones públicas, renovar espacios comunitarios y elevar la calidad de vida de los vecinos se percibe con hechos, no con palabras.

Esta nueva inversión en Molleda consolida una línea de trabajo basada en la cercanía, el compromiso con lo local y el respeto por el tejido social. 190.000 euros que no son un gasto, sino una inversión en futuro, en convivencia, en salud, en juventud, en comunidad.

Corvera, un modelo de desarrollo local

Con actuaciones como esta, Corvera se está convirtiendo en un referente de desarrollo municipal inteligente. No se trata de grandes obras faraónicas, sino de intervenciones quirúrgicas, bien pensadas, de impacto directo, que mejoran el día a día de los ciudadanos.

Molleda ya se prepara para recibir un equipamiento digno de sus vecinos, gracias a una administración que cumple, que no promete en vano y que pone los recursos públicos al servicio de todos. Iván Fernández ha demostrado una vez más que la política municipal, bien gestionada, puede ser una herramienta poderosa para construir bienestar, unión y orgullo de pertenencia.

En Corvera, el futuro se construye cancha a cancha, barrio a barrio. Y ese futuro tiene una pista nueva en Molleda y un alcalde que no deja de sumar logros.

Además de los hechos tangibles de su gestión, no puedo dejar de destacar algo que muchas veces escapa a los titulares pero que dice mucho de un servidor público: el trato personal exquisito que Iván Fernández ofrece a cada vecino y vecina. En lo profesional, cuento con excelentes referencias sobre su labor, tanto desde el ámbito institucional como desde la ciudadanía, y doy fe de que su cercanía, respeto y capacidad de escucha son cualidades que refuerzan, aún más, el valor de todo lo que impulsa desde el Ayuntamiento.

Y en este punto, quiero añadir algo más allá de los datos, más allá incluso de las obras: mi reconocimiento personal a Iván Fernández. He tenido la oportunidad de conocer su gestión de cerca, de escuchar a vecinos satisfechos, y de tratar con él directamente. Puedo decir, sin reservas, que su trato es exquisito y su entrega, incuestionable. No se trata solo de que se hagan cosas, sino de cómo se hacen: con respeto, con cercanía, con humanidad.

Porque al final del día, cuando uno mira con honestidad lo que sucede en su entorno, no importan los colores ni las siglas, sino las personas que se esfuerzan, que se levantan cada mañana con el propósito claro de dejar su ciudad un poco mejor de lo que la encontraron. Iván Fernández es una de esas personas. Y Corvera, sin duda, es hoy un lugar más digno, más cohesionado y con más futuro gracias a su forma de entender el servicio público.

José Carlos Enríquez Díaz

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