Hipocresía con memoria selectiva: el PSOE de Ferrol exige ahora lo que nunca supo hacer

Hipocresía con memoria selectiva: el PSOE de Ferrol exige ahora lo que nunca supo hacer

El Grupo Municipal Socialista ha salido en tromba a criticar al gobierno local por no haber solicitado fondos del programa Galicia Refuxio Climático, acusando de “dejación de funciones gravísima” al ejecutivo actual. Resulta casi cómico que quienes hoy levantan la voz con tanta vehemencia sean los mismos que, hasta hace apenas un año, protagonizaron una de las etapas más ineficaces y descoordinadas del gobierno local en Ferrol.

Germán Costoya, con una indignación impostada, exige ahora planificación ambiental, cuando durante el mandato de Ángel Mato —su propio alcalde— no fueron capaces ni de gestionar actuaciones básicas. Basta recordar el caso de los bolardos en Canido: más de media docena de peticiones y meses de espera para una actuación mínima, que acabó llegando tarde y mal. Si ese es el nivel de diligencia que ofrecieron entonces, resulta insultante que hoy pretendan dar lecciones.

Hablan de desidia, pero fue precisamente la desidia del PSOE la que les hizo perder el gobierno. Mato, completamente desconectado de las necesidades del día a día de los barrios, parecía más una figura decorativa que un líder político. Su falta de gestión eficaz, su desconexión con los vecinos y su pobre compromiso con el medioambiente dejaron una ciudad estancada, más allá de promesas huecas y fotos de oportunidad.

Y ahora Costoya clama por los 180.000 euros de Galicia Refuxio Climático, como si su grupo tuviera autoridad moral alguna en materia ambiental. ¿Dónde estaban esas prioridades durante sus años de gobierno? ¿Dónde estaba el plan verde que prometieron? Lo cierto es que ni supieron anticiparse, ni supieron ejecutar, ni supieron gobernar.

La oposición es legítima, pero el cinismo tiene un límite. El PSOE de Ferrol debería empezar por una autocrítica profunda antes de señalar con el dedo. Porque si Ferrol perdió una oportunidad hoy, fue por culpa de haber perdido demasiadas durante los años que ellos gobernaron.

Ferrol ya pagó bastante por los olvidos, la lentitud y la holgazanería del PSOE.

No solo perdieron fondos europeos clave, como los destinados a Recimil o la plaza de Rosalía de Castro, por una gestión torpe y tardía; no solo abandonaron el Eixo Atlántico sin dejar un legado cultural; no solo sembraron desconfianza interna con una reorganización de personal improvisada; no solo hicieron que la ciudad perdiera peso político en Galicia. Además, instauraron un modelo recaudatorio basado en multas masivas y radares plantados en pleno casco urbano, no con fines de seguridad, sino como forma encubierta de llenar la caja a costa de los ferrolanos.

Todo esto mientras presumían de una agenda que jamás ejecutaron. Hoy levantan la voz por una ayuda que ellos mismos habrían dejado escapar. Porque lo suyo nunca fue gobernar: fue dejar pasar trenes, aplazar decisiones, poner excusas… y castigar al ciudadano mientras tanto.

El PSOE de Ferrol necesita urgentemente una renovación profunda. Hace falta incorporar caras nuevas, personas jóvenes con formación sólida, compromiso real y una visión moderna de la política. Profesionales con experiencia en docencia universitaria, investigación en innovación y educación financiera, y con un fuerte arraigo en la vida cultural y social de la ciudad. Gente que no solo entienda los desafíos actuales, sino que esté dispuesta a trabajar con rigor y cercanía para construir un Ferrol más justo, sostenible y conectado con su ciudadanía. Sin ese relevo generacional y ético, el PSOE seguirá siendo un partido anclado en el pasado.

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